Puede que pienses que la cama es el lugar más cómodo y práctico para mantener relaciones sexuales. Aunque ésto sea cierto, es importante atreverse a probar lugares nuevos en los que dar rienda suelta a tu pasión y probar posturas diferentes.
El cuarto de baño es un sitio idóneo para experimentar y probar nuevas posiciones sexuales.
Antes de ponerte en práctica ten en cuenta tener ciertas medidas de seguridad, como usar un tapete antideslizante o una toalla para evitar resbalones o caídas por el agua.
Asimismo, aunque pueda parecer que por el agua las relaciones sexuales son muy húmedas, lo cierto es que al agua puede provocar algún dolor durante la fricción, por lo que es recomendable usar lubricantes íntumos que sean solubles en agua, para conseguir una relación sexual mucho más placentera.
Dicho esto, te compartimos las mejores posturas para que disfrutes al máximo tus encuentros sexuales en el baño.
Tabla de contenidos
La Amazona
Esta posición sexual también es conocida como “la doma” y es una forma cómoda y sensual para que obtengan placer ambos miembros de la pareja.
Podemos utilizar el váter para practicarla en el baño. Para ello, el hombre se sentará en él con las piernas flexionadas, mientras que la mujer debe sentarse encima de sus piernas e introducir el miembro de su pareja en la vagina.
Tanto la profundidad como el ritmo de la relación sexual van marcados por la mujer, puesto que es la que está encima, controlando la posición.
El perrito
Esta postura clásica es perfecta para practicarla en cualquier lugar, incluido el baño, ya que no requiere de gran esfuerzo y proporciona mucho placer a ambos.
Su dinámica es muy sencilla. La mujer debe apoyarse a cuatro patas y el hombre la penetra por detrás, sujetándola por las caderas.
En el baño, dependiendo del espacio del mismo, se puede practicar de distintas formas. O bien en el suelo de rodillas, apoyada en una toalla o apoyándose en un tocador o lavabo.
La vid
Esta postura, conocida como la de “la pierna arriba” está indicada para mujeres que sean flexibles, y es especialmente recomendable si se dispone de un espacio reducido en el baño.
Consiste en que la mujer eleve la pierna hasta el hombro del hombre, donde puede apoyarse, agarrándose a su cuello para conservar el equilibrio.
Se puede hacer en la pared de la ducha o la del propio baño. Con esta posición se alcanza una penetración muy profunda.
El lobo
Es una posición muy recomendada para practicar en la ducha. De espaldas, la mujer debe llevar su cuerpo hacia adelante hasta apoyar sus manos y el hombre la agarra de la cintura para penetrarla.
Es muy parecida a la del perrito, aunque la penetración es más suave. Sin embargo, la unión de los cuerpos es más cercana y sensual, por lo que será cuestión de gustos o de probar ambas para encontrar la que más placer te dé.
Estilo koala
En esta postura, el que realiza el gran esfuerzo es el hombre, ya que consiste en que la mujer debe rodearlo con las piernas y apoyarse en una pared. El hombre debe estar bien apoyado en el suelo, en una superficie segura y no resbalosa, y mantener el ritmo de la penetración.
La V o Vaivén
Está postura es muy excitante, ya que permite una penetración bastante profunda. Consiste en que el hombre se sienta en el suelo con las piernas rectas, mientras que la mujer se coloca encima, de frente a él, con las piernas estiradas. El hombre debe tomar a la mujer por la cintura y marcar el ritmo alejándola y acercándola. Se puede realizar en el suelo de la ducha si esta es amplia.
El afeitado
Esta posición sexual se denomina así porque hace referencia a la forma en que la mujer se afeita las piernas si lo hace en la bañera, es decir, levantando su pierna y apoyándola en el borde de la misma.
En esta posición se permite una mayor penetración, aunque hay que tener en cuenta que, para que el sexo fluya, se debe guardar bien el equilibrio.
Con estas diferentes posturas que te hemos recomendado, ya puedes iniciarte en el sexo en tu cuarto de baño y disfrutar de tus encuentros más atrevidos y placenteros.
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